La motivación es un motor esencial en el proceso de aprendizaje de nuestros hijos, si se encuentran motivados hacia el estudio en general y hacia la superación de sí mismos podrán salvar cualquier obstáculo que se encuentren en su vida académica.
¿Qué podemos hacer desde casa?
A continuación os explico qué hacer con algunos ejemplos, a nosotros también nos ha pasado, ¿verdad?
1º) Cuando hay algún tema que les resulta difícil porque les resulta aburridooo....pues lo mejor que podemos hacer es encontrar algo interesante, curioso, divertido o incluso relacionado con su día a día ligado íntimamente con ese tema que le resulte interesante. Y.......¿cómo hacerlo? para empezar animándole a hacerse preguntas que no vengan en su libro de texto, ¡¡¡¡activa su curiosidad!!!. A continuación buscaremos la información al respecto (en internet, en una enciclopedia, en la biblioteca, hablando con algún conocido que domine el tema, viendo una peli relacionada....).
Un ejemplo: hace algún tiempo un alumno no estaba muy interesado en el estudio de la Luna y sus fases, y pusimos en práctica lo que acabo de explicar. Y me preguntó ¿por qué la luna se ve cuando es de día?
2º) Elimina las distracciones. En su tiempo de estudio es necesario que no tenga demasiadas interrupciones, que no haya mucho ruido en casa (si alguien ve la tele o escucha música, por ejemplo, asegúrate que desde su zona de estudio no perjudica a su concentración), ninguna tecnología a su alcance (a no ser que la necesite para realizar alguna actividad o trabajo, claro está)... En su zona de estudio no tiene por qué haber juguetes tampoco, solo el material que necesita y una buena iluminación.
3º) Concede importancia a sus problemas, siempre en una justa medida. Muchas veces como adultos no entendemos su agobio por la proximidad de un examen y en cambio a ellos tal vez les angustia. Para apoyarles en estos momentos, podemos:
- ayudarles en los repasos, preguntándoles la lección, por ejemplo
- practicar con ellos métodos de relajación como la respiración completa
- cambiando de actividad en los momentos de bloqueo
- alabar sus logros por pequeños que sean, sobre todo cuando se han esforzado para conseguirlos
4º) Cree en ellos, muchas veces para creer en ellos mismos necesitan que lo hagamos nosotros antes. Como cuando empiezan a andar y a pesar de nuestro miedo a soltar su mano confiamos en que lo van a conseguir tengan los traspiés que tengan y dejamos que caigan pues la caída les hará aprender a andar con mayor seguridad. Esa sensación que perciben cuando los sabemos capaces de llevar a cabo lo que se propongan les insufla el valor para lograrlo.
Hay una frase al respecto que siempre me ha encantado:
“Dime y lo olvido, enséñame y lo recuerdo, involúcrame y lo aprendo.” Benjamin Franklin.
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